Alejandro (lo siento si lo escribo mal), que nos hizo el check in, estaba dispuesta a dar un montón de consejos útiles y enlaces sobre el barrio y la ciudad. ¡Muchas gracias!
Las habitaciones son bastante pequeñas, pero perfectamente bien, moderno, limpio y con una cómoda cama; y las ventanas se pueden abrir, lo cual es estupendo. El cuarto de baño es bastante compacto, pero están bien equipado. La presión de agua en la ducha era excelente. Además, los precios del minibar eran razonables, si eso es importante. El desayuno se sirve en el piso 11. Es un pequeño buffet, pero las opciones disponibles eran bastante variadas y buenas, incluyendo algunos platos calientes como huevos revueltos y salchichas.
En cuanto a la ubicación, no está cerca del centro histórico de la ciudad, sino en el bastante exclusivo barrio de Pocitos barrio, seguro por la noche y a una cuadra de la concurrida playa de Pocitos, la que para ser una playa de ciudad fue bastante agradable. Sin embargo, para efectos prácticos, no está demasiado lejos de la histórica zona de la Ciudad Vieja, de manera tal que el autobús local 121 a la vuelta de la esquina del hotel conecta directamente con la Plaza Independencia y Ciudad Vieja por 23 pesos. Así que, en general, una estancia muy buena en un acogedor y confortable hotel de 3 a 4 estrellas en un gran barrio por un precio razonable. ¡Claramente, recomendado!